Page 23 - PLATINO EDUCA
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que hablar de las maldades de la droga, el acoso o cualquier otra conducta disruptiva               23
            que no solo perjudica a uno mismo, sino a todo su entorno.































                              Geralt - Pixabay / CC0 1.0



            Educar en Inteligencia Emocional es ir al fondo de la cuestión, es dar unos conocimientos
            que ayudan a los jóvenes a entender mejor el mundo que nos rodea, a predecir lo que
            puede ocurrir y a tomar decisiones con mayor conciencia y, por tanto, con más libertad.
            Cada día somos más conscientes de la importancia de conseguir en nuestros alumnos
            adecuadas competencias emocionales.


            Las circunstancias actuales nos han sumergido –queramos o no– en un mundo
            tecnológico donde las relaciones humanas se vuelven más frías y las emociones se
            ocultan detrás de una pantalla. Es más necesario que nunca incluir en el currículo y
            en los Proyectos de Centro la enseñanza de la Educación Emocional para no olvidar
            nuestra parte más humana, entenderla y aprovecharla en los procesos de enseñanza-
            aprendizaje, en los trabajos y en las relaciones.


            La necesidad de educar emocionalmente cuenta con el respaldo neurocientífico
            de autores como Antonio Damasio (Lisboa, 1944), que ha revolucionado el estudio
            de la base cerebral de las emociones en los últimos treinta años. En un artículo en El
            País, Damasio decía: «Una gran parte de mi trabajo ha sido convertir el estudio de los
            sentimientos en algo científico que nos permita comprender mejor el comportamiento
            humano».


            Por lo tanto, el mundo de las emociones y su aprendizaje parte de un pilar científico
            que ratifica la importancia de estas. El conocimiento científico de cómo se generan en
            nuestro cerebro las emociones, y que reacciones provocan, nos ayuda a entender y
            gestionar mejor nuestro mundo emocional y el de nuestros alumnos.
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