Page 33 - PLATINO EDUCA
P. 33
El ajedrez es un juego de estrategia de origen indio. Kublai Kan habla a Marco Polo de 33
este juego, y es verdad que una partida te enseña mucho del carácter y de los valores
del contrincante. Es curioso cómo en España mantenemos una terminología que viene
directamente de su origen (p. e. «jaque mate») pero al tiempo somos los únicos que le
hemos cambiado el nombre: Schach en alemán, scacchi en italiano, chess en inglés…
están más cerca de la raíz que nuestra denominación.
En El jugador de ajedrez aparecen jugadores profesionales disputándose un título,
aparece el mundo de las escuelas de ajedrez, que se mantienen incluso en plena
guerra, y se muestra cómo el valor de un gran jugador trasciende ideas y circunstancias
políticas. En un campo de prisioneros como el de Vincennes que, aun terrible, no fue
como otros, la película muestra la relación entre el coronel Maier y nuestro protagonista
en torno al ajedrez –que supuso la tabla de salvación temporal para un militar que no es
un estereotipo nazi, y que incluso salva a su maestro o compañero de ajedrez cuando
tenía la orden de matar a todos los prisioneros antes de huir.
El ajedrez se muestra como la gran herramienta de entrenamiento y de crecimiento, es a
la vez una radiografía y un panel, donde dos se enfrentan mediante estrategia, pundonor,
conocimiento y atrevimiento. Y esto es también un instrumento que, a nivel transversal
y como apoyo a varias competencias didácticas, puede y debe ser introducido en el
aula, como en muchos otros ámbitos –y desde hace mucho, se viene haciendo.
En la República Popular de Hungría había institutos de educación secundaria
especializados en ajedrez, lo mismo que los había especializados en matemáticas,
música, deportes o idiomas –una visión que se contrapone a la negativa a admitirlo
como asignatura que hemos vivido varias veces. Es obvio que introducir el ajedrez en
la enseñanza reglada no es una aventura descabellada, ni siquiera es un gran riesgo:
bien parece, al contrario, una buena posibilidad educativa.
La película es también una preciosa
historia de amor. La he visto muchas veces,
con grupos y en solitario, y al final siempre
surge el mismo nudo en la garganta y la
esperanza de que pase lo que tiene que
pasar, con una figura de caballo que es el
gran símbolo de redención.
En clase, cuando estudiamos la Segunda República española, la Guerra Civil o la Segunda
Guerra Mundial, tenemos en esta película una herramienta para trabajar muchos ámbitos:
quiénes son los agentes involucrados en la proclamación y en la destrucción de la
República española, quiénes participan de la Guerra Civil española, a nivel nacional
e internacional, y quiénes estuvieron involucrados en el conflicto internacional que la
continúa, seis meses después, donde muchos españoles pasaron a combatir frente a