Page 63 - PLATINO EDUCA
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Y, además, «Dos Cola Caos» es más que una respuesta, porque también contiene 63
subtexto: soy un poquito infantil.
Escribir diálogos es un proceso emocionante y divertido que puede llegar a convertirse
en un auténtico calvario, pero eso también forma parte del proceso.
De todas formas, aquí apunto una serie de consejos para ir cogiendo músculo:
–Escribe a cholón
Escribe del tirón, sin analizar mucho, haciendo que los diálogos de los personajes fluyan
en tu cabeza. Luego llegará el momento de reescribir y entonces ya tendrás tiempo de
estar atento a todas las cosas de las que hemos hablado antes.
–Sal a la calle y afina el oído
Si estás en un lugar público y escuchas una conversación, cotillea. Fíjate en qué errores
de puntuación tienen, cómo acortan ciertas palabras, cómo se comen otras.
No se trata de copiar todo lo que oyes, lo tienes que amoldar a tu escena, pero te servirá
para darle organicidad a los diálogos.
–Mete tijera
Sustituye diálogo por descripción. Todo lo que se pueda decir con una imagen es
mejor que decirlo con palabras en la boca de un personaje.
Sustituye cháchara por silencio. Muchas veces el espectador rellena el silencio con
palabras en su cabeza y esa suele ser mejor opción. Además, no decir algo es, sin duda,
decir algo, ya que el silencio es un gran aliado del subtexto.
Recorta los discursitos a la mínima expresión. Trata de no repetir ideas, de no ser
redundante. Los parlamentos, cuanto más cortos, mejor –a no ser que estén muy
justificados o que tu personaje, por definición, sea un plasta.
Tan importante es lo que se dice como lo que no se dice
(Mohamed Hassan / PxHere)