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reflexión colectiva. En ese sentido, el cineclub es una buena experiencia que precede 15
a todos los intentos de introducir el cine en el aula. Dicho esto, el cineclub solía llevarse
a cabo entendiendo la película como evento en sí, enmarcándola en una corriente
o filmografía, apreciándola por lo que es y lo que implica. Pero en el aula, esa misma
película sería empleada para fines muy distintos. En mi caso, por ejemplo, para hacer
ver a los estudiantes que los sucesos que habíamos estudiado les acontecieron a seres
humanos como ellos mismos.

¿Cómo pueden aprender los profesores a ser «mediadores cinematográficos»?

EMS: Lo primero que tienen que tener claro es qué quieren conseguir y para qué. Y
también qué tipo de películas quieren o pueden utilizar. Tienen que conocer bien la
película en cuestión y, a ser posible, haberla analizado previamente. Personalmente,
yo busco películas basadas en lo que llamamos «hechos reales» y que, además,
tengan un cierto respaldo crítico y analítico, para poder consultarlo y extraer los temas
fundamentales de la obra y, a su vez, para remitir al alumno a esos materiales. Yo mismo
he asistido a casos en los que una película presentada de esta forma ha cambiado o
determinado las intenciones formativas o profesionales de los alumnos. En cualquier
caso, el trabajo del mediador es fundamental para que la película sea un detonante
de ideas profundas en el estudiante.

JRR: Creo que hay dos tipos de mediadores. Los que estamos hablando ahora, y muchos
otros profesores, somos mediadores sensibilizados que, a partir de las emociones que
nos ha causado el cine a nosotros, hemos desarrollado un método de trabajo en el aula
que, al menos en mi caso, coincide bastante con el que ha descrito Enrique. Por otro
lado, cuando conocí al equipo de Platino Educa comenté con ellos la importancia de
transmitir toda esta experiencia a profesores que no necesariamente estén sensibilizados
con el cine a nivel personal. La forma de consumir cine ha cambiado mucho en
los últimos años –entre otras cosas por la competencia de otros medios y formatos
audiovisuales–, y esto incluye a los propios docentes. Por eso hay que trasladarles el
valor de emplear, de forma legal, productos cinematográficos selectos, para que a su
vez puedan transmitir esa pauta a sus alumnos. Y hoy en día no existe un sistema más
apropiado para ese fin que una plataforma online. El equipo pedagógico de Platino