Page 26 - PLATINO EDUCA
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26 culpable porque carga con esa etiqueta, el que vive pagando su diferencia o su delito
o su pecado, sin ver jamás saldada su deuda ni perdonados los intereses. Los familiares
«buenos, adaptados, aceptados» se acostumbran a la comodidad igual que los bancos
a rentabilizar el dinero que otros ganan con sufrimiento. Viven convencidos de que eso
es lo normal, por lo que necesitan que alguien les cuente la verdad. Lo genial de La boda
de Rosa es cómo ella busca en su interior «quién es» y después cómo salir a flote, cómo
disfrutar de la luz. La solución aparece entre sol y mar, con un maravilloso vestido rojo
alegría, celebrando una fiesta, corriendo por la arena; abrazada y reconocida, al fin, por
un ejército de seres queridos. ¿Cómo no elegirla, comentarla, recomendarla?
PE: Después de triunfar en los Forqué y en los Feroz, finalmente Las niñas también se
alzó con varios de los Goyas más importantes (incluido el de Mejor Película).
¿Cómo valoras ese éxito?
SG: En contraste con las ganas de gritar que tenemos todos dentro de esta nube pandémica,
que nos ha obligado a renunciar a nuestros hábitos más divertidos, en Las niñas impera
el silencio. SILENCIO con mayúsculas. La película denuncia la educación silenciosa de
alumnas de quince años en un Instituto en la Barcelona de 1992, en pleno estallido de la
Olimpiadas. Silencio durante la última década del siglo XX, mientras la ciudad celebraba
su internacionalidad y sus triunfos. En la educación femenina, fundamentalmente, seguía
imperando el silencio: «más vale callar que afrontar», «si te avergüenza cállate», «no digas
nada», «no preguntes», «guárdate tus emociones y también tus curiosidades», «que nadie
sepa nada», «mañana te lo cuento»… un mañana que no llega jamás. Es probable que la
cinta haya llamado la atención de los miembros de la Academia porque Pilar Palomero
denuncia el silencio dentro del gran ruido, en un momento en el que nadie imagina
vigente el silencio como valor femenino fundamental, ni la hipocresía reinante, ni el juego
sucio de la doble moral, ni la utilización del desconocimiento de la vida de los padres
para enorgullecerse o renegar de ellos con criterios formados en el sistema educativo.
Quizá hayan valorado también el estilo documental, que muestra comportamientos sin
articular un nudo concreto, un conflicto claro ni enigmas a dilucidar, porque esos enigmas
están silenciados pero recorren toda la película. Reconozco el duro trabajo de contención
que tuvo que realizar Natalia de Molina interpretando a la madre de Celia, esa niña que
osa preguntar, pretende averiguar y se atreve a soñar. ¿Romperá la generación de Celia
el silencio predominante en la educación? ¿Es éste el final que pudieron intuir quienes
votaron a favor de esta película? Al imperar el silencio, todo son preguntas.
PE: ¿Qué consideras más importante al escribir una crítica, sobre todo teniendo
una limitación de 150 palabras?
SG: La impresión que me causa el film como espectadora, las emociones que me
despierta. Suelo olvidarme que estoy en una butaca de cine y me transformo en
los personajes: sufro, lloro, río… Salgo del cine comentando la película y advirtiendo
diferentes puntos de vista. Después viene el análisis. ¿Qué recuerdo? ¿Qué aprendí?
El cine constituye una fuente fundamental de ejemplos, planteamientos, soluciones…
tanto en funciones educativas como en conversaciones coloquiales, y sobre todo
cuando afronto conflictos. La literatura y el cine son un bagaje fundamental para la vida,
al menos en mi caso. Por eso la crítica debe albergar la ilusión de encontrar emociones