Page 27 - PLATINO EDUCA
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películas como aquel que las recibe. No creo que en las películas se hable en términos 27
educacionales; se habla más bien de la vida. Y la vida sí tiene esa faceta educadora.
Hay unos personajes a los que tienes que imitar, otros que detestar, etc… A veces el
cine lo pone demasiado fácil. Pero ese cine que tiene un poco de complejidad, que
no es tan transparente, permite dilucidar muchos problemas educacionales a través
del comportamiento de los personajes, sus voces, sus conflictos, sus valores. Y la
educación no solo está presente en quienes forman parte del argumento de la película,
sino también en quien la hace. ¿Por qué elige contarla de esa forma? En definitiva, creo
que la educación es algo que se desprende de las películas y de lo que estas cuentan.
PE: Este año, los espectadores de Historia de nuestro cine votaron Los santos
inocentes y El crack como las mejores películas del cine español. ¿Cómo recibiste
ese reconocimiento?
MC: El recurso de decidir cuál es la mejor película, la mejor novela o la mejor interpretación
es muy sensacionalista, se hace mucho para captar lectores, para exaltar una obra
determinada, etc… Pero entre tú y yo, todo eso es un poco relativo. Dependerá de quién
la vea y a quién preguntes. A unos les parecerá muy buena, a otros no. Yo creo que en
el cine español hay películas estupendas. ¡Cómo voy a aceptar yo que mi película sea
la mejor! Es una forma de hablar. Hay que tener cierta distancia con eso.
PE: Pero no cabe duda de que Los santos inocentes sigue siendo muy querida
por el gran público y que ha contribuido a popularizar no solo la novela original,
sino la propia figura de Delibes.
MC: El último libro que Miguel escribió, Mis perros, me lo dedicó de su puño y letra así:
«A Mario, que triunfó y me triunfó». Yo leí una novela, vi en ella una película, busqué al
Los santos inocentes (Mario Camus, 1984)