Page 36 - PLATINO EDUCA
P. 36
36 nuestra historia? De muy distintas formas, pero en la que aquí nos centramos partiría
de la observación directa de la vida. Trataríamos de seguir a ese personaje allá donde
vaya, como si fuéramos invisibles, observando cómo es en la realidad este proceso de
cambio para una persona, cómo crece y madura delante de nuestra cámara o cómo
se pierde por la ciudad, sin que nosotros hagamos nada por cambiar su cotidianidad.
El año del descubrimiento, de Luis López Carrasco (© La Cima Producciones, 2020)
Con el cine directo surgieron películas que destacaban por la participación activa
tanto de los personajes protagonistas como del público. El cineasta se propone mirar
a sus personajes no desde arriba, como un Dios creador, sino de frente, cediéndoles,
en parte, el control de la película. Es un cine que, en su mayoría, se interesa por los
aspectos sociales de la vida, y que se propone ser un mero observador de lo que
pasa en el mundo, dejando que los demás hablen.
Pero ¿es eso posible? Como decíamos, cuando colocamos una cámara frente a la
realidad, es muy difícil que no haya ningún tipo de manipulación en lo que filmamos,
pues a través del encuadre (dónde decidimos poner la cámara y qué imágenes y
sonidos decidimos captar), del montaje y de otros procesos, estamos eligiendo mostrar
algo y ocultar, irremediablemente, todo lo demás. Además, no es posible hacer nuestra
cámara invisible.
Con el cinéma vérité , una corriente paralela al cine directo que surge en Europa, vamos
2
a encontrar una posible respuesta a la pregunta de si es viable captar la realidad sin
alterarla: no lo es, pero no importa. Hagamos evidente nuestra presencia como cineastas.
Para que nos quede claro, vamos a usar el ejemplo de “la mosca”: el cine directo propone
filmar una mosca en la pared, sin molestarla; el cinéma vérité, nos propone agarrar esa
2 Obra destacable del cinema vérité: Chronique d’un été (Jean Rouch, 1961).