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Sinopsis

Antes de profesar sus votos, Viridiana se marcha del convento contra su voluntad para visitar a su viejo tío, quien la ha sostenido en la sombra pagando sus estudios y su dote. Nada más llegar a la casa, su tío don Jaime cae rendido ante la semejanza física de Viridiana con su difunta esposa, que murió en la misma noche de bodas, y pide la mano de su sobrina. Viridiana rechaza la propuesta de su tío, pero acepta satisfacerle con un último capricho: verla vestida con el atuendo nupcial. Con la ayuda de su fiel sirvienta Ramona, don Jaime droga a Viridiana y la lleva a su alcoba, pero en el último momento se rinde ante la desvalida imagen de Viridiana dormida y rehúsa pasar la `noche de bodas`, que no pudo tener con su difunta mujer, como había pensado. Al día siguiente, don Jaime vuelve a pedir la mano de su sobrina. Viridiana huye al convento horrorizada, pero antes de llegar recibe la noticia del suicidio de su tío. Ante tal tragedia, Viridiana decide quedarse en la finca, considerándose culpable de la muerte y perdida para ser monja. A partir de ahora, intentará desarrollar su fe ayudando a los pobres de la zona a los que traslada a vivir con ella. Pero tal misión resulta desastrosa, ya que Viridiana no logra librarse de su desazón espiritual y los mendigos no se someten a su plan de trabajo y oración. Éstos acabarán traicionando a Viridiana cuando un día, aprovechando su ausencia, organizan una grotesca y sacrílega cena en casa de su tío. Cuando Viridiana sorprende a los pobres en plena orgía, dos de ellos intentan abusar de ella. Completamente resignada y vencida, Viridiana va en busca de su primo Jorge, que está enamorado de ella y de quien también ha quedado prendada Ramona. La acción concluye precisamente con una partida de cartas entre los tres.