Seguimos con nuestra crónica de los 'Encuentros Platino EDUCA', las dos sesiones gratuitas que EGEDA y Platino EDUCA organizaron los días 2 y 4 de octubre en el marco de la cuarta edición de Iberseries & Platino Industria, el gran evento de la industria audiovisual desarrollado en Matadero Madrid.
Como ya señalábamos en el repaso a la primera sesión (dedicada a la película Justicia artificial y al debate en torno a la inteligencia artificial), estos encuentros buscan llevar el compromiso que Platino EDUCA tiene con el cine y la educación más allá de la escuela, acercando la plataforma a otros escenarios y públicos para mostrar hasta qué punto el audiovisual es una herramienta fundamental para la formación y la investigación.
En esta segunda sesión, titulada 'Estudio sectorial sobre la mujer y el audiovisual. España-México-Argentina', se llevó a cabo un coloquio a propósito de tres estudios sobre la participación femenina en el sector audiovisual de España, México y Argentina, dentro del marco de la presentación de la Cátedra Nebrija–EGEDA–Platino EDUCA en Cine, Mujer y Educación (CIMUED).
Participaron en el mismo Mercedes Herrero (investigadora de la Universidad de Nebrija), Cristina Ángeles (investigadora de la Cátedra CIMUED), Sabrina Farji (directora del Observatorio Igualdad Audiovisual de Argentina) y Rocío Gago (investigadora de la Cátedra CIMUED), con la directora de la Cátedra CIMUED y vicedecana de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija, Marta Saavedra (Universidad de Nebrija), ejerciendo de moderadora.
Como sucedió en la jornada anterior, esta mesa redonda ha sido destacada por importantes medios de comunicación, tanto internacionales –The Hollywood Reporter– como españoles –La Vanguardia, Europa Press–, que señalan el coloquio como uno de los eventos más significativos de Iberseries & Platino Industria 2024.
A continuación ofrecemos un resumen de los datos y conclusiones que se presentaron durante la sesión:
Marta Saavedra (Universidad de Nebrija)
«El debate sobre la participación femenina es una obligación para toda la industria audiovisual. No hay un mejor foro que Iberseries & Platino Industria para respaldar la causa y para permitir que las expertas den parte sobre la situación de los diferentes mercados. Todas coincidimos en algo: aunque queda mucho por hacer, vivimos una etapa en la que a las mujeres se nos presentan ciertas oportunidades que debemos aprovechar».
«El objetivo de la Cátedra en Cine, Mujer y Educación (CIMUED) no es otro que impulsar y representar la integración y visibilidad de las mujeres en la industria audiovisual, y para ello tenemos diferentes proyectos. Por un lado, estamos presentando investigaciones e informes sectoriales para radiografiar la situación de la mujer en los diferentes mercados y que esto permita concienciar a la sociedad y a las empresas y contribuir a ese cambio que consideramos necesario. Por otro, queremos promover actividades que faciliten la incorporación de la mujer a la industria y que den notoriedad a las profesionales de cada ámbito de la misma. En nuestra hoja de ruta también está la creación de materiales sobre cine en español y género, para que los niños y las niñas puedan educarse de una manera responsable. Por último, queremos desarrollar un Observatorio de la Mujer de ámbito iberoamericano para analizar cada año la situación de la mujer en un mercado concreto, a fin de generar estrategias conjuntas. Nuestro primer año de actividad es este curso 2024, pero en realidad venimos de investigaciones previas de la Universidad de Nebrija, centradas en el ámbito español. Ahora hemos incorporado la perspectiva de México, y también abordamos la de Argentina con Sabrina Farji. En cuanto al año que viene, vamos a poner el foco en Colombia».
Mercedes Herrero (Universidad Nebrija)
«Al hablar de la situación en España, tenemos que partir de los datos de CIMA, la asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales. Según su último informe, publicado el pasado mes de junio, las mujeres constituyen el 38% de los trabajadores de la industria audiovisual española. Estamos hablando de una clara minoría y de un sector masculinizado. Y para entender esto podemos ir a la Ley de Igualdad de 2010, que establece que solo hay paridad en un sector cuando existe una proporción mínima de 40% de mujeres».
«En el caso de la industria audiovisual española, este dato recorre todas las categorías profesionales. Observamos que solo hay tres puestos donde las mujeres sean mayoría: diseño de vestuario (85%), maquillaje y peluquería (81%) y dirección de arte (64%). En otra categoría, la de dirección de producción, encontramos la equidad: las mujeres son el 51%. Todas estas son responsabilidades que tradicionalmente la sociedad ha asignado a las mujeres: labores que tienen que ver con la estética o con la organización. Las mujeres están menos representadas en la dirección de fotografía (19%), el sonido (24%), la dirección (29%), la composición musical y los efectos visuales (30% en ambos casos)».
Cristina Ángeles (Cátedra CIMUED)
«El problema al intentar obtener la radiografía de México es que no tenemos todos los datos. Necesitamos acudir al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y a las Comisiones de Filmaciones de todo el país para poder recoger la información. Afortunadamente, en 2020, durante el 'parón' de la COVID-19, se hizo un esfuerzo para dedicar en el anuario de IMCINE un apartado especial al recorrido de las mujeres dentro de la historia del cine. A partir de ahí se ha empezado a generar mucha información valiosa».
«En México siguen siendo solo cuatro las categorías que se miden: cuántas directoras de cine tenemos, cuántas productoras, cuántas guionistas y cuántas directoras de fotografía; el resto de cabezas de departamento siguen sin contabilizarse. No obstante, esas cuatro categorías son bastante representativas de la participación de la mujer en la industria mexicana. Hay que señalar que el sector cultural aporta el 2,9% del PIB nacional, un porcentaje que viene creciendo desde hace 10 años y que el año pasado creció un 27,4%, lo cual es mucho. Pues bien, solo unas 4000 personas, el 37% de las que forman parte de la industria, son mujeres. Y de esas 4000 mujeres, solo 355 son cabezas de departamento. Si trajera a todas las directoras de México que a lo largo del año pasado dirigieron una película, apenas podría llenar la mitad de esta sala. Ni siquiera podría llenarla sumando a las directoras de fotografía».
«Creo que una clave para mejorar estos números tiene que ver con la producción de óperas primas: el 63% de las películas que fueron dirigidas por mujeres fueron sus primeras películas. Pero si nos fijamos en las segundas obras vemos que son el 22%, y las terceras o cuartas obras son solo el 15%. Es decir, estamos empezando a impulsar las carreras de nuevas mujeres profesionales pero tenemos mucho que hacer en cuanto al mantenimiento de dichas carreras. Y esto es clave para que las mujeres consagradas a su vez tengan la posibilidad de abrir la puerta a otras mujeres, lo cual aumentará la presencia femenina en la industria».
Sabrina Farji (Observatorio OIA Argentina)
«En el Observatorio Igualdad Audiovisual imaginamos una investigación que tuviera que ver con las diez películas argentinas más vistas. Se trataba de un recorte muy sesgado, que solo tenía en cuenta las películas de ficción (cuando sabemos que la mayoría de directoras trabajan en documentales, debido a las características intrínsecas de presupuesto, flexibilidad temporal, etc). Identificamos un concepto de ‘tríada’ que incluye la producción, el guion y la dirección, y que constituye tanto el embrión como el eje de los proyectos. Es decir, los puestos desde los que se decide a quién contratar, qué punto de vista se va a adoptar, cómo se va a representar a las mujeres, etc».
«En esa tríada tenemos un 23% de mujeres. Aunque en los primeros años tras el MeToo hubo una explosión de iniciativa en lo que respecta a la observación y el análisis de la participación y representación de las mujeres en la industria, y los datos empezaron a ser prometedores, la pandemia produjo un claro parón e incluso un retroceso. Hoy la realidad con la que nos encontramos es preocupante. Apenas un 34% de los equipos audiovisuales está constituido por mujeres. Parece que la mujer no es convocada para trabajos que tengan que ver con la música o el sonido. Y aunque empieza a haber más directoras de fotografía, el número de jefas de eléctricos es prácticamente cero. Observamos que a partir de 2021 el porcentaje de mujeres empezó a recomponerse, gracias a políticas de estado que ponen el foco en la participación femenina a la hora de asignar y conceder fondos. Pero la economía Argentina es enormemente inestable y hoy la situación de su industria audiovisual es crítica. Está por ver cuál será la posición de la mujer cuando las cosas vuelvan a su cauce».
Rocío Gago (Cátedra CIMUED)
«En los tres casos –España, México y Argentina– vemos que las mujeres están claramente infrarrepresentadas frente a una mayoría de hombres, y que esto se da en la mayoría de las categorías profesionales. Las áreas más feminizadas son las de diseño de vestuario, maquillaje y peluquería y dirección de arte. Por contra, en los puestos más técnicos, como el sonido, la dirección de fotografía, la composición musical o los efectos visuales, las mujeres tienen una presencia mucho menor».
«Creo que a las mujeres de la industria nos falta autoestima, pensar en grande, 'creérnoslo'. También un poco de dinero para poder llevar a cabo todos estos cambios. Y que los productores confíen más en nosotras, para así poder dar paso a nuevas narrativas, más inclusivas y sin censura: las historias que la sociedad necesita. Para esto es clave la presencia de mujeres en puestos directivos y creativos: productoras ejecutivas, guionistas y directoras. Por último, creo que el idioma compartido es un factor que juega a nuestro favor, y el auge general de los contenidos audiovisuales, y particularmente de las coproducciones, ofrece grandes oportunidades. Pensemos que en EEUU hay casi 60 millones de hispanohablantes, lo cual implica una demanda de nuevos productos audiovisuales en español. Y en este sentido, creo que tenemos que empezar a salirnos de lo establecido, ir más allá de los géneros 'tradicionalmente femeninos' y atrevernos a hacer thriller, cine de terror, etc».