Aránzazu Vilor es maestra del CEIP Melquiades Hidalgo de Cabezón de Pisuerga (Valladolid), así como educadora ambiental, coordinadora de proyectos de Educación para el Desarrollo y promotora de la participación infantil en dicho centro (una labor reconocida con los IX y XI premios nacionales de EpD «Vicente Ferrer», otorgados por la AECID y el Ministerio de Educación y FP). Es diplomada en Magisterio y Educación de Adultos y graduada en Educación Primaria, y tiene amplia formación en temas relacionados con la Agenda 2030 y los ODS.
La línea de trabajo de mi colegio en los últimos cursos ha estado dirigida al desarrollo de proyectos basados en la educación en valores, pues consideramos sumamente importante la formación de nuestro alumnado en solidaridad, igualdad, respeto, tolerancia, compromiso, confianza… Esto nos ha llevado a comprometernos y llevar a cabo proyectos de Educación para el Desarrollo y Ciudadanía Global, que han supuesto para toda la Comunidad Educativa un revulsivo e ilusiones añadidas. Nuestro trabajo ha sido reconocido dos veces con el Premio Nacional de Educación para el Desarrollo «Vicente Ferrer» (en 2017 y 2019) que otorgan la AECID y el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Uno de los objetivos de nuestro último proyecto ha sido acercar a nuestro alumnado a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de una manera amena y cercana, para que fueran entendidos y asimilados por todos. Y es aquí donde entra en juego la plataforma Platino Educa. Ante la constante búsqueda de nuevos recursos para trabajar en nuestras aulas (hemos empleado obras de arte, literatura infantil, etc…), pensamos en el cine como herramienta capaz de atraer y captar la atención del alumnado. Porque tal y como dicen Breu y Ambrós en el libro El cine en la escuela: «el uso del cine en el aula es un factor dinamizador clave para ayudar a promover valores humanizadores, de manera transversal e interdisciplinaria, y para contribuir a desarrollar valores y elementos de identidad personal y de pertenencia».
La plataforma nos gustó desde el primer momento porque nos ofrecía, en primer lugar, poder visionar las películas legalmente y de manera sencilla en el aula (tan sólo era necesario tener un ordenador, un proyector y una pantalla). En segundo lugar, nos mostraba de forma estructurada un abanico de obras relacionadas con la temática que queríamos trabajar, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, convirtiéndose así en una herramienta muy útil para abordar el concepto de Educación para el Desarrollo y la Transformación Social. Y en tercer lugar, nos facilitaba una guía de trabajo sencilla y útil para los docentes. La guía didáctica, además de la información necesaria para visionar la película, nos facilitaba pautas para analizarla, así como propuestas de actividades para seguir avanzando en el aula. No es fácil encontrar estas tres características juntas.
Carteles elaborados para anunciar la actividad de cine en el CEIP Melquiades Hidalgo / Trabajo de animación stop motion realizado siguiendo la guía didáctica de Los hijos del Ayllu.
Justo cuando comenzábamos a adentrarnos en el conocimiento de la plataforma llegó el confinamiento y el parón de muchas de las acciones y proyectos que estábamos llevando a cabo o teníamos proyectados para poner en marcha. Aún así, tuvimos tiempo de poder visionar algunas obras. Entre ellas quiero destacar tres cortometrajes: Los hijos del Ayllu (Natalia Pérez y Mario Torrecillas, 2013), con el que trabajamos los ODS 12 y 4 con alumnos 1º y 2º de Primaria; Conmigo vienen bailando (Cristina Linares, 2017), para acercar el ODS 1 a alumnos de 3º y 4º de Primaria; y Binta y la gran idea (Javier Fesser, 2004), para abordar el ODS 10 y la igualdad de género con el alumnado de 5º y 6º de Primaria.
Con todas ellas realizamos un trabajo previo para determinar los intereses y conocimientos previos de la temática a trabajar. Queríamos que el alumnado pudiera entender bien lo que iba a ver, y para ello nos ayudamos de las guías didácticas. Estas películas nos hicieron viajar sin movernos de nuestro pueblo y acercarnos a otras personas con realidades diferentes a las nuestras. Nuestro alumnado conoció a niños y niñas como ellos, se pusieron en su piel, entendieron sus sentimientos e incluso algunos se identificaron con alguno de los personajes que aparecían. Objetivo conseguido: pretendíamos ante todo sensibilizar, facilitar y compartir nuestras reflexiones. Este es el primer paso para promover un compromiso personal y social y así lograr transformar nuestro entono más cercano, nuestro mundo.
Alumnos de 1º y 2º de Primaria ven en clase el cortometraje Los hijos del Ayllu.
Para finalizar debo destacar el convencimiento de que el cine es un medio muy actual y poderoso que nos permite aprender, nos ayuda a conocer y nos da la posibilidad de adquirir información de diversa índole. Además es capaz de provocar en nosotros emociones, reacciones, permitiendo la reflexión y la expresión. Es, por tanto, un magnífico vehículo para trabajar en el aula contenidos y competencias vinculados, en nuestro caso, con la Educación para el Desarrollo (los derechos humanos, la pobreza, cooperación, solidaridad, interculturalidad, etc…). Nuestro compromiso es continuar con esta línea de trabajo.