Noviembre | 2021
En la sala de profesores de un pequeño instituto rural, dos profesoras intercambian impresiones sobre el alumnado del próximo curso 2020-2021: recursos, necesidades, objetivos, ilusiones... En la conversación surge Platino Educa, una magnífica herramienta que la profesora de Lengua –quien escribe estas líneas– no conoce pero que Teresa –su compañera– maneja desde hace tiempo. Fue así como nació la curiosidad de una docente, las ganas de tentar a los alumnos con una actividad de ampliación y profundización, y de poner a prueba su implicación, de ofrecerles algo nuevo y rico, de construir un trabajo autónomo y a la vez colaborativo.
Como resultado, en el IESO Puente Domingo Flórez elaboramos un proyecto basado en la obra de Miguel Delibes y sus adaptaciones cinematográficas, según proponía la propia plataforma, como vía de acceso a sus diversos recursos. Nuestra propuesta fue aprobada y se nos facilitaron claves de acceso que compartimos con todos los compañeros –incluso con los que no participaron directamente en la investigación. «Un Netflix educativo», así se lo vendimos a los disidentes. Y podemos decir que aquello funcionó, pues muchos lo utilizaron para ver adaptaciones de otras obras o películas que les hicieron reflexionar sobre el civismo y los valores sociales.
Posteriormente, el centro invirtió en la compra de algunas de las obras de Miguel Delibes, protagonistas absolutas de esta andadura, pues ellas nos ayudarían a sumergir a nuestro alumnado en la lectura y su comprensión –un trabajo cada vez más necesario ante el asedio de la tecnología, tan inmediata y fugaz. Los alumnos de 4o de ESO recibieron el apoyo especial de 3o. Dada la ubicación de nuestro centro, las limitaciones de la «era Covid» y el escaso acceso a manifestaciones culturales como el cine o teatro, nuestro alumnado aceptó el reto con cinco obras literarias de Delibes y sus respectivas adaptaciones al cine (salvo la de Las ratas, que no estaba disponible en la plataforma):
La dinámica del proyecto (que invitamos a conocer a toda la comunidad educativa a través de la página web de nuestro instituto) era sencilla pero laboriosa. Tras la lectura de estas obras, los alumnos debían hacer un resumen. Posteriormente recibieron las diferentes guías didácticas ofrecidas en la plataforma, que fueron de gran utilidad para focalizar aquellos aspectos más relevantes de cada obra o película. Llegaba entonces el momento del visionado de las adaptaciones y la redacción de una comparativa entre literatura y cine. He aquí un ejemplo de dicha comparativa, firmado por nuestra alumna Marta Ramos:
«Primero, he de decir que la película está minuciosamente detallada y es muy fiel al libro. Incluso añade escenas que podrían sobreentenderse leyendo la novela, pero que dejan un final no tan abierto que mejora la historia. Aun así, en mi opinión los personajes de la película no dan la sensación de ser exactamente los mismos que en la novela; el caso más notorio es el de Laly, la cual en el libro parecía ser una mujer empoderada, con carácter, mientras que en la película dista mucho de parecerse en algo a tal descripción: más bien parece una joven guapa, coqueta y que dice lo que dice por moda y no porque lo piense en verdad.
Las escenas más impactantes de la historia:
1. […]
2. Otra escena también bastante impactante es cuando el Sr. Cayo les enseña la cascada de las Crines y les explica que en aquella cueva, tras la cascada, se escondían los vecinos durante la guerra. Para mí este trocito está mucho mejor explicado y con muchos más detalles en el libro. Podemos encontrarlo en las páginas 113-116».
A estas impresiones me gustaría añadir la conclusión general de un alumno de E.S.O.:
«Después de haber leído las diferentes obras de Delibes, densas y ricas en realismo, podemos decir que el cine les da la magia final que necesitan para simular ese espejo de la sociedad de la época que el autor buscaba. Dirección, cámara, luz, música y grandes actores dan vida a cada palabra de Delibes, haciéndola cercana y tangible al lector-espectador».
Por último, me limito a dar las GRACIAS: gracias a mis alumnos por hacer vibrar el motor de esta profesora –paciencia, vocación y mucho cariño–, y gracias a todos y cada uno de los que han trabajado y trabajan en Platino Educa, pues han dado luz y aire fresco a un año lleno de máscaras que escondían ganas de aprender.