Marzo | 2021
Para mí, todo este curso escolar está siendo una gran novedad. Es mi primer año en un centro público y por suerte he encontrado una compañera maravillosa. Aún recuerdo aquellas primeras reuniones en las que ella me comentaba que estaba llevando a cabo un proyecto de cine con la plataforma educativa Platino Educa, y yo pensaba: «¿Un proyecto de cine? Pero si cuando yo era pequeña e iba al colegio, las películas que nos ponían en clase las utilizaban para rellenar huecos… Por ejemplo, en las horas de tutoría, por ausencia de un profesor, o en las fechas previas a las vacaciones, siendo un mero entretenimiento…».
En ese momento pensé que ella lo utilizaba como una actividad de relleno: «Les pongo la película y me olvido de que están aquí, pasamos el rato y yo mientras puedo ir haciendo otras cosas o trabajando los contenidos solo con algunos alumnos, mientras los demás no me molestan». Nosotras trabajamos en un aula unitaria con dos alumnas de 4 años, una de cinco con discapacidad auditiva y un niño de 3º de Primaria.
El trimestre fue avanzando y vi como Sonia, directora del centro CEIP Virgen de la Antigua (en Cerezo de Río Tirón, Burgos), trabajaba con ellos no solo el visionado de la película sino diferentes actividades que surgían a raíz de este. Vi el interés que tenían los niños por participar, cómo eran capaces de analizar lo que habían visto y también de tener empatía con los personajes, con sus acciones, con sus emociones, juzgando si esas actuaciones son positivas o negativas y reflexionando si ellos habrían actuado de la misma forma… Viendo todo esto, me animé a unirme a su proyecto.
Yo consideraba que a esas edades era imposible analizar y valorar una película como ellos me han demostrado que son capaces de hacerlo –y de una manera fabulosa, incluso prestando atención y captando conceptos que en ocasiones a los adultos se nos pueden escapar. Los niños actualmente nacen en un entorno fundamentalmente audiovisual, rodeados de televisiones, tablets, videojuegos… son considerados nativos digitales, pero en la mayoría de escuelas se ignora esta forma de descubrir el mundo. A pesar del escaso tiempo que disponemos en las aulas, se hace necesario introducir metodologías que conecten la realidad de nuestros alumnos y tracen ejes transversales entre las distintas materias. Además de ser aceptado por el alumnado, con el cine trabajamos valores, desarrollamos el pensamiento crítico, potenciamos la competencia comunicativa…
Todos hemos crecido viendo películas, haciendo que formen parte de nuestra vida y cambien nuestra manera de percibir el mundo. Pero la educación no se ha aprovechado de este gusto por el cine en la vida de los estudiantes y siempre se ha menospreciado este recurso o se ha hecho un uso inadecuado del mismo. El cine y los medios audiovisuales hacen posible formar sin que los alumnos se den cuenta de que están siendo educados, de manera divertida y relajada. Gracias al cine se logra una evolución en la forma de pensar y actuar en los individuos, pues es necesario aprender a ser críticos y a manejar la información que se nos ofrece.
La plataforma Platino Educa cuenta con gran número de cortos, películas y documentales adecuados para todas las edades, clasificados de una manera muy visual, pudiendo ser buscados por rangos de edades, por asignaturas, etc. Me encantan las guías didácticas, ya que hacen más sencilla la valoración y el análisis del film, y las actividades a realizar después del visionado –aunque como docentes, siempre tenemos un as en la manga y nos surgen muchas ideas para poder abordar de manera creativa los temas relacionados. Además, durante este trimestre nos hemos embarcado en un proyecto muy innovador: un ciclo de cine en el que vamos a visionar cortos para abordar diferentes valores relacionándolos con los contenidos del currículum. Los niños y niñas de nuestro centro se convertirán en críticos: cada uno de los cortos visionados será valorado desde el punto de vista emocional; nuestro alumno de mayor edad realizará un análisis más exhaustivo atendiendo a valores más educativos.
El primer cortometraje en el que me he visto involucrada por completo ha sido El hombrecillo de papel. Decidimos afrontar la visualización relacionándola con el Día de la Paz, valorando la amistad y las relaciones con los compañeros y compañeras del centro, y enfocándolo de una forma globalizada. Entre las diferentes actividades realizadas, se ha hablado en asamblea y analizado el contenido de la historia y los sentimientos que les provocó cada uno de los momentos vistos. El cuento original ha sido signado gracias a la ayuda de nuestra intérprete de signos, que viene una vez por semana. Hemos realizado un taller de papiroflexia y el alumnado ha aprendido a hacer barcos de papel, sombreros… Al igual que el hombrecillo en el corto, los alumnos y alumnas también han jugado al juego del espejo, imitando los movimientos de sus compañeros y compañeras. Y han creado su propio muñeco de papel: por un lado, uno de papel de periódico que nos recuerda las cosas que menos nos gustan de nuestra persona y que nos hacen estar tristes o que no les gustan a los demás; y por el otro, un muñeco con un corazón muy grande, decorado por los compañeros y compañeras de clase, ya que las experiencias y vivencias que compartimos día a día hacen que mejoremos, nos proporcionan aprendizajes y nos hace aprender y modificar nuestros defectos para convertirlos en virtudes.
Muñecos de papel creados por los alumnos tras el visionado de El hombrecillo de papel
Taller de papiroflexia realizado a partir del visionado de El hombrecillo de papel
Los alumnos de Isabel ven el cortometraje El hombrecillo de papel
O xigante es otro de los cortos con el que hemos trabajado en este proyecto, lo relacionamos con el cuento titulado «Así es mi corazón». Los alumnos han realizado corazones utilizando plastilina y arcilla, que decoraremos e intentaremos convertir en imanes. Estamos fabricando un libro-corazón con las cosas que forman parte de nuestros corazones. Asimismo, nos sirve para explicar los cambios que se producen a nuestro alrededor con los cambios de estaciones, como ocurre en la historia.
O xigante (Julio Vanzeler y Luis da Matta, 2012)
Corazones de arcilla elaborados por los alumnos tras el visionado del cortometraje O xigante
Juan y la nube es el último film que hemos visto. Al analizarlo, no les gustó que los compañeros del colegio no quisieran jugar con el protagonista y comentaron que si ellos no tuvieran amigos estarían muy tristes. Les sorprendió que la nube cambiara tanto de forma, así que después del visionado buscamos en internet diferentes imágenes de nubes. Tras observarlas, dijeron a qué les recordaban, y descubrieron que cada uno veía una cosa diferente. Más adelante, cuando el tiempo lo permita, saldremos al patio y observaremos las nubes, intentando asemejarlas a algún objeto. En el área de Inglés vamos a contar el cuento «Little Cloud», en el que una pequeña nube va cambiando de forma. Con este corto vamos a trabajar al mismo tiempo la contaminación y lo relacionaremos con el Día del Árbol, que se celebra el 21 de marzo, ya que en el análisis realizado por el alumnado dijeron que los árboles nos ayudan a purificar el aire contaminado –aspectos que también trabajaremos con el próximo corto a ver en clase, Mr. Trance: Solución poética.
Considero que esta herramienta tiene un gran futuro dentro de mis sesiones para trabajar cualquier tipo de contenido educativo. Conlleva mucho trabajo, ya que no es solo poner una película: antes hay que seleccionarla, enmarcarla en el trabajo que se va a realizar en el aula, elaborar las cuestiones y los temas a tratar después del visionado, relacionarlos con las diferentes asignaturas… Pero todo ello se ve compensado con las caras de felicidad que tienen cuando entran en clase y ven sus sillas colocadas frente a la pantalla.